viernes, marzo 29
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Doña Tina, Líder de la auténtica comida casera

Lilliana Pacheco Monge

Albertina Valverde, mujer con decisión, conocedora de la auténtica comida casera, aprendió y heredó las recetas de su abuelita

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Foto: Doña Tina, acompañada de los tesoros más importantes de su vida, sus bellas hijas: Marcela, Rosa Isela y  Patricia

 

Albertina Valverde Morales es propietaria de los restaurantes Doña Tina # 1 y # 2. Ahí, con el mejor sabor de la auténtica comida casera, busca diferenciarse de las demás empresas a partir de la calidad de sus preparaciones, un excelente servicio y la originalidad de sus platos.

Esta mujer ejemplar, oriunda de Pérez Zeledón, criada en el seno de un hogar lleno de amor y respeto, con grandes valores hacia los demás, enseñanza que le dieron sus padres Elvira Morales y Rafael Valverde, así como su abuelita materna, Petronila, de quien dice heredó la buena sazón.

Por su manera de ser, doña Tina irradia confianza, y resulta fácil encariñarse con ella. Es una persona que con su sencillez y amor por su familia y su buena cuchara, cautiva a todos los que llegan a conocerla y a degustar su gastronomía con sabor casero.

Doña Tina ha sido una madre y esposa ejemplar. Supo enseñar a sus hijas valores como el respeto y, especialmente, el del trabajo: acostumbra levantarse a las cuatro de la mañana para escoger ingredientes, picar verduras, adobar carnes, y supervisar todos los preparativos que requiere la preparación de sus comidas.

Con su ejemplo ha formado a sus hijas, unas jóvenes de lucha y entrega que dan lo mejor para salir adelante. Con gran sentimiento y orgullo cuenta que son excelentes muchachas, desde niñas la apoyaron y se involucraron en el negocio, porque les ha enseñado que para tener las cosas hay que ganárselas trabajando con honestidad.

Doña Tina es la tercera de siete hermanas, Llegó a Santo Domingo hace 47 años; luego de que se casó con Carlos Arce (q.d.D.g.) un maestro domingueño que se la trajo a vivir a este cantón, de esta relación tuvieron tres hijas: Patricia, Rosa Isela y Marcela.

Mujer emprendedora

Por su labor de estos años frente a sus diferentes negocios, el periódico Gente la destaca como “Nuestro Personaje” para conocer a esta valiosa y emprendedora mujer, madre y esposa, artista del buen sabor que conquista el paladar de miles de domingueños y circunvecinos que visitan el restaurante de Doña Tina # 1, y su segundo establecimiento, el nuevo local Doña Tina # 2, situado 400 metros al sur de la basílica de Santo Domingo.

Con gran sacrificio y esfuerzo, como madre joven compartió su tiempo y comenzó a trabajar en la soda de la escuela de Santo Domingo. Ahí decide poner sus conocimientos de la verdadera comida casera en práctica, preocupada porque sus chiquitos, como ella llama a los estudiantes, tuvieran una comida saludable con condimentos caseros, y hecha con mucho amor. Luego de algunos años, se fue para el colegio Anastasio Alfaro, en Guadalupe, donde estuvo por un tiempo; y después a la escuela de La Florida en Tibás.

Hace tres años decidió dejar las sodas de las escuelas para abrir su primer restaurante en el cantón domingueño. En poco tiempo, su gastronomía casera se convirtió en la más solicitada de los clientes que la visitan y degustan su variedad platos.

Su presencia en el negocio, el respeto y el trato con la gente hacen que goce de gran cariño; esto, como la misma doña Tina lo reconoce, la compromete más cada día   a que los clientes puedan comer sano. ‘‘Una comidita como en casa, rica, pero con condimentos caseros; sin mucha grasa y el ingrediente principal: mucho amor’’.

‘‘Hoy en día a las personas no les alcanza el tiempo, corren mucho y no les permite ir a la casa o traer el almuerzo; por eso, una de mis preocupaciones es que esas personas coman bien, saludable, para evitar se enfermen por una comida muy condimentada o con mucha grasa, eso hace la diferencia’’, expresó doña Tina.

Resalta que la hace muy feliz trabajar al lado de sus hijas, y que sus empresas sean un negocio familiar. También se siente feliz de generar empleo a más de 18 personas de la comunidad, la gran mayoría son mujeres y madres.

Doña Tina trata de estar siempre en el negocio y recibir a los clientes con una sonrisa. ‘‘Es muy importante conocer a los clientes y me siento satisfecha del cariño de aquellos chicos de la escuela a los que yo les cocinaba hace años, y que hoy vienen a los restaurantes acompañados con sus esposas, hijos y me saludan, me recuerdan. Eso es un premio y me llena de mucha alegría’’, indicó.

Con nostalgia y con algunas lágrimas en sus ojos, recuerda el momento más difícil, como lo fue el fallecimiento de su esposo Carlos Arce, en el 2013, tras 45 años de matrimonio, a quien acompañó hasta el final. Igualmente, le causó mucho dolor la muerte de su padre Rafael Valverde.

A pesar de ese dolor, sigue siendo una mujer fuerte, valiente y con muchos proyectos, acostumbrada a los retos y al trabajo, a levantarse temprano y salir adelante.

Doña Tina, a sus 63 años, confiesa que no cambiaría nada de lo que ha tenido que vivir, los sacrificios, la alegría… todo tiene un premio. Disfruta del cariño de sus cuatro nietos: Carlos, Ricardo, Mariana y Matías, aprovechando los ratos libres. No se ve pensionada, no sabe estar sin hacer nada y, además, le gusta estar rodeada de gente y saber que lo que comen es la auténtica comidita casera.

No cabe duda de que esta ejemplar señora, doña Tina, es una mujer con ideas, inquieta y emprendedora, está muy feliz y da gracias a Dios por lo que la vida le ha dado y ‘‘promueve la unión y que las familias se sienten a la mesa y dialoguen con sus hijos para que no se pierdan los valores’’.

 

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