viernes, noviembre 22
Shadow

Un doctor experimentado en la clínica de las máquinas

Publicación Gente: Abril 2008

 Lilliana Pacheco Monge

Guillermo Chaves, un experto en solucionar los problemas que padecen todo tipo de máquinas de confección

chavezFoto: La clínica de la máquina en donde el cliente puede encontrar todo tipo de repuestos para su máquina de coser, inclusive tijeras para zurdos

 

Guillermo Chaves González es un ramonense, que con responsabilidad, humildad y preocupación de que todos sus trabajos queden bien, supo labrarse un camino y ganarse el corazón y la confianza de todos sus clientes, a lo largo de sus 13 años al frente de su negocio, el Taller Chaves.

Este personaje, muy querido y respetado a sus 72 años, continúa con el mismo entusiasmo y optimismo que cuando abrió por primera vez su negocio. Se levanta todos los días a las cinco de la mañana para comenzar su labor, con la misma dedicación, esmero y profesionalismo de servir de la mejor manera a sus clientes, quienes depositan toda la confianza en su trabajo, el cual le ha servido para salir adelante con su familia.

Con su rostro amigable, su pelo cano, que le merecen el respeto, ahondamos en la conversación para conocer sus inquietudes y anhelos. Se toca sus lentes, cierra sus ojos como regresando al pasado, recordando lentamente su niñez, adolescencia y madurez. Destaca que desde chiquillo, en lugar de jugar con carritos, iba a las sastrerías vecinas, en San Ramón de Alajuela, a pegar botones, y así, traveseando, aprendió a conocer y a utilizar las máquinas de confección, acción que con el paso de los años, se convirtió en su profesión.

Como todo joven inquieto, muy enamorado, se casó con María Elena Alvarado, con quien lleva 53 años de felicidad, al lado de sus cinco hijos: María Isabel, Roy, Marjorie, Giselle y Willy (QdDg), y sus 14 nietos y seis biznietos.

A pesar de su juventud, con una familia y el nacimiento de su primer hijo Willy, en un época muy difícil en donde se ganaba muy poco, don Guillermo, pensando en el futuro de su familia, se llenó de anhelos y se vino a San José buscando una mejor opción de trabajo. Radica desde hace más de 50 años en San Juan de Tibás, por lo que se siente como un verdadero tibaseño.

Con nostalgia, don Guillermo ilumina su rostro con una sonrisa para indicarnos que, ‘‘gracias a Dios empecé a trabajar en la tienda Néstor Vargas –ya desaparecida-, donde ayudaba a los mecánicos. Con una gran perseverancia de querer superarme “entré a estudiar en el INA Mecánica de Máquinas de Coser Industriales, lo cual me permitió trabajar en la también desaparecida fábrica de ropa Eiffel, donde recibí capacitación de ingenieros de Estados Unidos y Puerto Rico Esto me sirvió, con el paso del tiempo, para que me nombraran Jefe de Mecánicos, donde trabajé por 25 años hasta que me pensioné’’, explicó Chaves.

Confían en su trabajo      

Don Guillermo, un emprendedor incansable, una vez pensionado, supo sacarle provecho al tiempo libre y con la experiencia adquirida en el mantenimiento de máquinas de confección, decidió tener su propia empresa y puso su taller en el corazón del cantón que tanto quiere, su querido Tibás.

Hoy, con una sonrisa en sus labios, cosechando lo que ha sembrado por 13 años, Chaves se ha convertido en todo un prestigioso empresario, reconocido y recomendado por sus clientes de todo el país porque, aseguran, se sienten confiados por la calidad de su trabajo.

El Taller Chaves ofrece el servicio de reparación de todo tipo de máquinas, lo que le ha valido el calificativo de la “clínica de máquinas”. Don Guillermo es todo un personaje, que se caracteriza por prestar un servicio diferente; a cada cliente le lleva un expediente, cada vez que trae una máquina para arreglarla, allí se consigna la situación de la máquina, los datos del cliente y los números telefónicos para localizarlo.

Este ejemplar padre de familia de cinco hijos resalta con mucho orgullo que su hija María Isabel siguió sus pasos, trabaja actualmente con él y la considera una “excelente” mecánica.

Conocedor de los adelantos tecnológicos, don Guillermo Chaves es consciente de esta realidad y en donde su capacidad le permite hacer frente a los requerimientos de sus clientes. ‘‘Los tiempos han cambiado, ahora las máquinas son más profesionales, pero cada día se aprende más, por eso doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado”, advirtió. Además motivó a todos los jóvenes para que aprendan un oficio, “que por más humilde que sea, con constancia y responsabilidad se logra salir adelante’’, finalizó este emprendedor personaje.

 

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