- Estudios anuales del Laboratorio Nacional de Aguas (LNA) sumaron, entre ambos, más de 3.000 análisis para detectar ambos metales en el líquido que se distribuye a los clientes
- Resultados de cumplimiento de la norma son de 99,8% para el plomo y 100% para mercurio, lo que asegura además la salud de los usuarios
El más reciente reporte del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) sobre la presencia de plomo y mercurio en sus sistemas de abastecimiento de agua potable confirmó que no hay presencia de estos minerales en valores superiores a los permitidos por la normativa nacional.
El Laboratorio Nacional de Aguas (LNA) divulgó los resultados del 2020 como parte del monitoreo de parámetros plomo y mercurio en las fuentes y redes operadas por el AyA.
En el caso del plomo, el estudio firmado por la química Betzabel Arias indica que de 1.393 análisis, el 99,8% cumplió con el criterio de valor máximo admisible, que es de 0,01 mg/L (10 μg/L), según el Reglamento para la Calidad del Agua Potable 38924-S.
Para el mercurio, los 1.662 análisis realizados encontraron que el 100% pasaron la prueba y las cifras son inferiores al valor máximo admisible para este metal, que es de 0,001 mg/L (1 μg/L), de acuerdo al mismo Reglamento citado.
Para el director del LNA, Darner Mora, estos resultados son muy satisfactorios ya que se verifica que el agua del AyA no representa un riesgo para la salud de los consumidores en cuanto a la posible contaminación con estos metales.
“La exposición al plomo se asocia con una amplia gama de padecimientos, incluidos varios efectos del desarrollo neuronal, mortalidad (enfermedades cardiovasculares), deterioro de la función renal, hipertensión, deficiencia de la fertilidad y resultados adversos en el embarazo, mientras que los efectos tóxicos de los compuestos inorgánicos del mercurio producen principalmente gastritis hemorrágica y colitis, aunque el daño principal se produce en los riñones”, comentó Mora.
Estos reportes forman parte del control de calidad del agua que realiza el Laboratorio cada año para vigilar que el líquido que el AyA distribuye a las casas es seguro para las personas.