Lilliana Pacheco Monge redaccion@periodicogente.co.cr
Foto: Los niños reciben sus lecciones en aulas nuevas
Con perseverancia y el deseo de trabajar por los niños, la directora de la escuela Patio de Agua, Silvia Arroyo, dio una lucha incansable a la par de la Junta Administrativa del centro educativo para lograr que los estudiantes tuvieran instalaciones de calidad que reunieran las condiciones adecuadas para su mejor desarrollo.
La restauración y ampliación de la escuela, 46 años después de su construcción, tiene un gran impacto social en la comunidad ya que ahora ofrece una estructura digna a los estudiantes, con la que promueve y estimula el aprendizaje. La renovación contempla construcción de aulas, batería sanitaria, aula para maternal y transición, rampas de acceso, reubicación de las cancha de juegos y el levantamiento de un muro de contención, así como el área para salón multiuso y comedor.
La escuela Patio de Agua se encuentra a cinco kilómetros del centro de Coronado, entre los 1700 y 1900 m.s.n.m. y, actualmente, tiene una población de 60 estudiantes.
Silvia Arroyo, directora de la escuela, comentó que el centro educativo se encontraba en muy malas condiciones: el deterioro era evidente porque desde que se construyó nunca se le habían hecho reparaciones, y el kinder funcionaba dentro de la misma escuela y se hacía necesario separarlo para que los más pequeños tuvieran su espacio.
“Luego de una lucha de más de tres años, un día nos llamaron de la Dirección de Infraestructura del Ministerio de Educación para decirnos que había dineros de un fideicomiso y vinieron hicieron la inspección y aprobaron los dineros para realizar las mejoras”, resaltó Arroyo.
Destacó que esta es una escuela que, a pesar de ser escasos recursos, no presenta deserción estudiantil y cuenta con un personal y padres de familia muy comprometidos por el bienestar de los pequeños. Por eso merecían estudiar en una escuela de calidad.
Los estudiantes reciben inglés, educación física, llevan a cabo caminatas y también estudian computación a través del programa Mul-tigrado de la Fundación Omar Dengo. “El comedor quedó nuevo, en excelentes condiciones, a los niños se les da desayuno, frutas y almuerzo. Ellos están muy contentos, cuidan la escuela y participan del programa de Bandera Azul del cual ya se cuenta con el galardón por tres años consecutivos. Además la escuela tiene cámaras y alarmas.
Dentro de los próximos proyectos está el techado del salón multiuso que es necesario por las lluvias y la biblioteca’’, el techado del planche y convertirlo en una cancha multiuso, donde se realizarían las graduaciones’’.
Andrea Velásquez, presidenta de la Junta Administra-tiva, manifestó sentirse muy orgullosa de ver la escuela tan bonita. ‘‘Es un sueño hecho realidad. Los esfuerzos de la anterior Junta y la Directora, unidas y con perseverancia lograron que hoy los niños disfruten de estas instalaciones adecuadas. La comunidad debe estar feliz ver a sus hijos pueden venir a recibir lecciones en una escuela de excelentes condiciones. Hago un llamado a los padres de familia vengan a matricular a sus hijos a esta institución que reúne todas las condiciones, tanto de infraestructura como académica. Se cuenta con computadoras, con psicóloga y áreas de recreación. Doy gracias a Dios porque la escuela luce preciosa’’, dijo.