- Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que COVID-19 ya no representa emergencia de salud global.
- Se destaca la eliminación de la obligatoriedad del uso generalizado de las mascarillas en los establecimientos de salud.
Tras el anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la emergencia global por COVID-19, el 5 de mayo el Ministerio de Salud se sumó a la declaratoria realizada en la que se indica que el COVID-19 ya no representa una emergencia de salud global. De este modo, como segunda línea de acción, esta institución presenta los nuevos lineamientos para el uso de la mascarilla, medida de protección que implementada por la pandemia.
Se estableció una mesa técnica con el objetivo de trazar una ruta en la gestión a largo plazo de la enfermedad COVID-19: manteniendo los avances logrados durante la pandemia y siguiendo los pilares del plan estratégico de OMS. Como resultado de este proceso se emite el lineamiento general de servicios de salud como parte de la transición de COVID-19.
Dentro de los lineamientos se destaca la eliminación de la obligatoriedad del uso generalizado de las mascarillas en los establecimientos de salud, en los siguientes espacios: pasillos, elevadores, servicios de alimentación, atención ambulatoria y consulta externa por afecciones no respiratorias.
Cabe mencionar que el lineamiento establece criterios donde sí se debe utilizar la mascarilla en espacios clínicos en los que hay atención de pacientes con enfermedades infecciosas del sistema respiratorio, en atención de pacientes que por su vulnerabilidad son más susceptibles a estas infecciones, en los servicios de emergencia y en escenarios en los que el personal de salud realice una valoración de riesgo que justifique el uso adicional de equipo de protección personal como la mascarilla.
Adicionalmente, mediante coordinación, planificación, financiamiento y monitoreo en la atención de pacientes durante la gestión a largo plazo de la COVID-19.
Cada centro de salud ya sea público o privado deberá:
- Designar un equipo de coordinación permanente.
- Realizar una evaluación de riesgos y necesidades al menos una vez al año.
- Elaborar un plan de respuesta y actualizarlo al menos una vez al año.
- Asegurar los recursos financieros necesarios para implementar el plan de respuesta ante una emergencia
- Establecer mecanismos permanentes de coordinación interna y externa.
- Establecer un sistema permanente para el monitoreo y evaluación de la gestión a largo plazo del COVID-19.
- Realizar ejercicios de respuesta para evaluar la preparación del establecimiento de salud, al menos una vez al año.
- Se debe elaborar un plan de escalabilidad de los servicios de salud y actualizarlo al menos una vez al año.
El Ministerio de Salud como ente rector seguirá manteniendo el cuidado y cumplimiento de estos lineamientos a través de las Áreas Rectoras de Salud y a través de informes de inspección, datos y evidencia científica.