Dos años después de prohibirlo como insumo en sus compras la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) emitió un lineamiento que cierra las puertas institucionales al ingreso del estereofón; un impedimento de ingreso que alcanza tanto a los funcionarios como a los usuarios de las instalaciones.
Como parte de la vigilancia de seguridad ambiental se ha detectado el estereofón entra a la Institución por servicios de comidas enviadas a domicilio, por lo que el lineamiento busca motivar un cambio en los comercios que dan servicio a usuarios y funcionarios, señalándoles el daño ambiental que provocan con la práctica de empacar en plásticos de un uso.
La química Roxana Sibaja Adams, de la subárea de Gestión Ambiental, afirma que este lineamiento nace de la necesidad de evitar que el estereofón de empaque de alimentos entre a la institución y con el propósito de que, en algún tiempo, se pueda declarar a la Caja libre de este contaminante ambiental.
Agrega que es importante dar a conocer los peligros del uso de este material en alimentos, pues el material, al calentarse, puede transferir sustancias tóxicas a mediano y largo plazo, como señalan varios artículos científicos.
El lineamiento ha sido emitido por la “subárea de gestión ambiental”, de la “Dirección de desarrollo de servicios de salud” de la Gerencia Médica, unidad encargada de velar por la salud ambiental desde el punto de vista de la gestión ambiental y en alineamiento con el apartado tres de la “Política ambiental institucional” donde se habla del «control de la contaminación».
Desde el año 2018 el presidente ejecutivo emitió un oficio que donde instaba a las unidades a dejar de usar plásticos de un solo uso en general y el estereofón en específico. Por lo tanto, se había eliminado el uso del material para llevar, servir o almacenar alimentos en todo tipo de actividades institucionales.
Antes de eso ya se había eliminado del catálogo institucional, por parte de la Coordinación de Nutrición las vajillas de estereofón y plásticas, pues se abrió un código para vajillas desechables biodegradables y compostables para el uso en la organización.
El estereofón tuvo gran popularidad por su cualidad más destacada: su higiene al no constituir sustrato nutritivo para microorganismos. Es decir, no se pudre, no se enmohece ni se descompone, lo que lo convierte en un material atractivo para la venta de productos frescos.
Sin embargo, para producir poliestireno se usan recursos naturales no renovables, ya que es un plástico derivado del petróleo. En lo que respecta al proceso de producción y su huella ecológica, una de las principales preocupaciones es la emisión de clorofluorocarbonos (CFC) a la atmósfera.
Según la literatura médica, la exposición excesiva al estireno (monómero del estereofón o poliestireno) puede afectarle el sistema nervioso central a una persona, dando lugar a fatiga general, dolores de cabeza, depresión y problemas renales. Otros efectos incluyen irritación de la piel y de los ojos, problemas gastrointestinales, niveles bajos de hemoglobina y plaquetas, y anormalidades en los cromosomas y el sistema linfático.
Además, el poliestireno genera dos clases de problemas para los animales marinos y las aves: mecánicos (el poliestireno en los intestinos provoca bloqueos que pueden ser letales) y biológicos (actúa como una pequeña esponja, recogiendo y concentrando algunos de los contaminantes más dañinos que hay en el océano).